Entre todas las cosas que esperas que te pasen este verano seguro que en tu lista no está la de que te salgan manchas en la piel. Pero si estás contando ya las horas para pasarte el día tirado en la playa, quizá sea así si no te proteges de forma adecuada.
Durante el verano, la exposición solar suele ser mucho más intensa y nuestra piel se defiende de ella aumentando la producción de melanina, dando lugar al bronceado, y en muchas ocasiones, a la aparición de manchas cuando la acumulación de radiación solar es excesiva.
¿Qué podemos hacer para evitar la aparición de manchas?
- Emplear una protección diaria adecuada frente al sol. Deberás renovarla cada dos horas, aunque no vayas a estar expuesto directamente al sol.
- Elegir un factor solar mayor de 30, que sea efectivo contra los rayos UVA y UVB, esta información la encontrarás siempre visible en el envase del producto.
- Escoger un factor de protección solar adecuado a tu tipo de piel, ya que cuanto más clara sea tu piel, más fácil se quemará.
- Aplicar crema solar aunque esté nublado. Las nubes bloquean buena parte de la radiación ultravioleta B, es decir, de aquella responsable de las quemaduras solares. El problema es que no bloquean la radiación ultravioleta A, responsable de arrugas y fotoenvejecimiento cutáneo.
- Optar por las formulaciones resistentes al agua, si en tus planes entra pegarte un chapuzón
- Evitar el sol en las horas centrales del día (de 12 horas a 17 horas), ya que los rayos son más intensos y pueden producir agresiones mayores.
- Utilizar prendas de vestir que brinden protección a la piel. También es conveniente utilizar accesorios como el sombrero y las gafas de sol, ya que estos complementos impiden que los rayos UV impacten de forma directa la cabeza, lo que ayuda a evitar las manchas solares faciales. Es importante resaltar que las gafas con filtro solar son necesarias para proteger nuestros ojos de las radiaciones y del envejecimiento prematuro de la delicada piel que cubre su contorno. ¡Y recuerda no olvidarte de la sombrilla!
- Tras la exposición al sol, emplea after sun. Su función es la de calmar la piel. Con su uso evitarás su descamación y deshidratación, además de presumir de moreno durante más tiempo. Y ahora, ¡toma nota: mantén su uso, al menos una vez al día, durante unos quince o veinte días después de la exposición directa al sol.
- Prestar atención a determinados medicamentos y cosméticos. Sobre todo, a aquellos cosméticos formulados con retinol, ya que pueden fomentar la aparición de manchas. En cuanto a los medicamentos más comunes a evitar, debido a ser fotosensibilizantes podemos encontrar anticonceptivos orales, antidepresivos, antihistamínicos, corticoides, y algunos laxantes y diuréticos.
- Evitar el uso de productos perfumados, ya que pueden fomentar la aparición de manchas si se emplean antes de la exposición solar. ¿Esto que quiere decir? Que si vas a exponerte al sol pronto, evita aplicarte cualquier producto con estas características.
- El consumo de frutas y verduras, aporta a nuestro cuerpo una gran cantidad de agua y contienen fibra, antioxidantes, vitaminas y minerales muy necesarios para mejorar la salud de nuestra piel. Ingerir alimentos que contengan vitamina C, vitamina A, vitamina E o vitamina B3 puede ayudar a potenciar la acción antioxidante así como combatir los efectos nocivos de los rayos UV.
- Aumentar el consumo de agua. El consumo de dos litros de agua al día favorece el proceso de regeneración celular y disminuye el riesgo de sequedad, manchas y envejecimiento prematuro. Bien es cierto, que por sí sola no puede hacer mucho para evitar las manchas solares, sin embargo, si la incluimos en la rutina diaria puede contribuir a mantener la piel saludable.
Todos estos consejos harán que puedas disfrutar de todos los beneficios del sol, sin padecer los efectos indeseables. ¡Recuerda, protegerse del sol es fundamental para prevenir el envejecimiento prematuro de la piel, así como la aparición de arrugas, manchas, quemaduras y cáncer de piel!