El cuidado de la piel es fundamental tanto para hombres como para mujeres. Unos sencillos tips diarios pueden mejorar tu piel aportándole un mejor aspecto y evitando el envejecimiento prematuro. Por eso, queremos proponerte una sencilla rutina facial para pieles masculinas, ¡no te la pierdas!
Lavar el rostro en profundidad
Uno de los pasos fundamentales para una correcta limpieza es lavarse la cara concienzudamente, sin saltarse la piel de las orejas o la nariz. Para ello, puedes utilizar un jabón neutro o cualquier producto limpiador específico para rostro. Lo ideal es que lo hagas por la mañana y, si te da tiempo, también por la noche. Con este sencillo gesto conseguirás que la piel respire y admita mejor el resto de tratamientos.
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Aféitate de forma correcta
Aunque no todos los hombres se afeitan a diario, lo importante es hacerlo de forma adecuada. Si el proceso no se hace correctamente, inconscientemente puedes dañar tu piel. Por eso, es fundamental utilizar cremas o espumas que permitan que el deslizamiento de la cuchilla sea el correcto evitando así el resecamiento de la piel. Pero, ¡ojo! Asegúrate de que la cuchilla siempre tenga el filo necesario y no afeites a contrapelo, esto podría llevarse parte de la dermis.
Además, es conveniente que, durante el afeitado, emplees agua caliente para abrir los poros y facilitar la rasuración y para enjuagarte, agua fría. Esto, unido a la aplicación de un tónico facial cerrará los poros y evitará la entrada de impurezas.
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Hidrata la piel con productos adecuados
La importancia de hidratar la piel reside en conseguir que se mantenga tonificada y flexible, evitando que se reseque y se vuelva quebradiza. Para conseguirlo, lo que tenemos que tener en cuenta es que no nos vale cualquier producto, tenemos que utilizar uno que nos vaya bien a nuestro tipo de piel:
Si tienes la piel grasa:
Es el tipo más común en los hombres. Está caracterizada por producir una gran cantidad de sebo y tener los poros agrandados. Para tratarla, son convenientes los tratamientos astringentes que limpien el exceso de grasa y las cremas ligeras que hidraten sin resultar empalagosas.
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Si tienes la piel seca:
La piel seca produce menos cantidad de grasa de lo normal, como consecuencia contiene una cantidad menor de lípidos, lo que hace más difícil retener la humedad y crear una barrera protectora en la dermis. Este tipo es más frecuente en las mujeres, pero lo cierto es que todas las pieles a medida que envejecen se van secando. En este caso, las cremas que mejor funcionan son las densas superhidratantes que ayuden a compensar la falta de humedad.
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Si tienes la piel mixta:
¿Sabes qué es la zona T? Es la parte del rostro que incluye la frente, la nariz y el mentón. Esta zona es la más grasa la cara, a contraposición de las mejillas y alrededores, que son las que más sequedad presentan. Si este es tu caso, lo perfecto es aplicar diferentes productos a cada zona, un tratamiento ligero para la zona T y uno más graso para lo demás o un tratamiento específico para pieles mixtas.
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Utiliza un exfoliante dos veces a la semana
Aunque no es un paso diario, purificar la piel dos veces a la semana es fundamental si queremos cuidar de forma completa nuestra piel. Para ello, lo ideal es exfoliarla concienzudamente con la finalidad de eliminar las impurezas de la dermis y posteriormente utilizar un tónico o gel purificante. El mejor momento para llevar a cabo este paso es antes de acostarnos, ya que por la noche la piel absorberá mejor los productos y la regeneración será más eficiente.
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