Se acerca el verano, llegan los días más extensos del año, la ropa de manga corta, los planes al aire libre y las largas exposiciones solares. Por eso, para evitar los peligros que el sol entraña sobre la piel, queremos hacer un breve repaso de los buenos hábitos que tenemos que tener en cuenta para reducir al máximo los daños.
Los peligros del sol en la piel
Tomar el sol, sobre todo en las épocas de menos luz, resulta básico para obtener la vitamina C y mejorar nuestro ánimo. Y es que los días soleados animan a cualquiera a salir y hacer planes fuera de casa. Pero, “no es oro todo lo que reluce” y una larga exposición a los rayos UVB y UVA pueden afectar a nuestra salud. Estos rayos, además de producir quemaduras, pueden invadir nuestras células de la piel y alterar sus delicados procesos de apariencia y crecimiento. ¿Esto en qué se traduce? En que la piel puede perder elasticidad, afinarse en exceso, engrosarse y arrugarse antes de tiempo, es decir, un aceleramiento del envejecimiento cutáneo.
¿Cómo podemos evitarlo?
Proteger la piel es la mejor forma de esquivar los daños cutáneos que produce el sol. Para hacerlo, lo único que tenemos que hacer es seguir una pequeña rutina de cuidados:
- Utiliza siempre crema solar en las zonas más expuestas a la luz, haciendo hincapié al rostro, el escote, los brazos y lo pies, ¡sí, los pies! Muchas veces, cuando llevamos sandalias, se nos olvida que la piel de esta zona también existe y necesita los mismos cuidados que el resto.
- Para el rostro escoge una crema solar facial que se adapte a tus necesidades, por suerte hay una gran variedad de cremas que, además de protegernos del sol, pueden servirnos para combatir algunas de nuestras preocupaciones cutáneas. Infórmate y escoge la que mejor te vaya, seguro que lo agradecerás.
- Protege tu cuero cabelludo y tu cabello, actualmente podemos encontrar productos diseñados para proteger estas zonas de la exposición solar, y es muy importante hacerlo porque la cabeza tiende a recibir gran cantidad de radiación a lo largo del día.
- Aplícate aftersun tras la exposición al sol, con ello conseguirás calmar la piel e hidratarla para compensar la sequedad generada por el sol. Una piel bien cuidada se mantendrá joven y fuerte por más tiempo.
- ¡No te olvides de los niños! Es muy importante ponerle crema solar a los niños desde bebés, con ello conseguirás proteger su piel, evitar los futuros problemas cutáneos e inculcarles un hábito saludable. Recuerda: ¡La piel tiene memoria! Los rayos recibidos ne verano de pequeños pueden causarles daños en el futuro.
Además, ¡no te pierdas nuestro post sobre como preparar tu piel para el verano!